Yo no lo hubiera dicho mejor, pero como me invade el gandulismo, con su permiso, (aunque no se lo haya pedido) os plasmo el texto:
"Porqué me quité del Facebook
Facebook es una divertida (no útil, ni imprescindible; simplemente divertida) herramienta para los que estamos lejos de casa y necesitamos a veces alguna dosis de información de las personas con las que teníamos relación en nuestro origen.
Yo he estado los últimos 4 o 5 meses usando el CaraLibro, y ya está bien. He llegado a la conclusión de que es mejor no formar parte de eso. Hay mucho que decir al respecto, todo el mundo tiene una opinión acerca de este portal, y desde luego hay millones de personas que lo usan (hay pocos conocidos míos que no estén ahí metidos), pero la mía personal es la siguiente.
Me quito de Facebook porque me convierte en un slogan, una frase que se supone que da mi estado de ánimo y que me reduce a una frase a la vista de los demás.
Me quito porque no le veo sentido a compartir videos de Youtube cuando puedo hacerlo en Youtube; no le veo sentido a hacerme “fan” de un escritor o una serie de televisión y ver de cuáles se hacen “fans” mis contactos.
Me quito de Facebook porque se supone que tengo 65 amigos cuando en realidad tengo 2.
Me quito porque es frívolo y porque todo lo convierte en iconos, creando tristes sustitutos virtuales para cosas como regalos o abrazos.
Me quito de Facebook porque aunque ponga altos niveles de privacidad, al fin y al cabo mis fotos y mis mensajes podrán verlos los “amigos” de mis “amigos” (que no tienen por qué ser mis amigos, al contrario de lo que decía la canción de Objetivo Birmania), y porque realmente estoy harto de la gente que utiliza el CaraLibro para cotillear porque sus tardes son aburridas. ¿Por qué tengo un blog, entonces?, os preguntaréis. Pues se da la circunstancia de que yo controlo este entorno al 100%. Lo que se ve y se oye aquí ha pasado el filtro de lo que puede hacerse público. Es decir, que no pienso usar Facebook para dejar un mensaje personal a uno de mis “amigos”, porque sé que terminará viéndolo algún otro ser humano. Además, ¡qué narices!, para éso está el e-mail.
Me quito porque la propia empresa (leed los Términos que firmáis al haceros una cuenta) se convierte en dueña de los derechos de uso de todo lo que pongo en su portal… y doy el siguiente consejo a quien le guste mucho este portal y lo use regularmente: No hagáis compras on-line mientras tengáis abierta la sesión de Facebook, y desconectaos o cerrad dicha sesión cuando terminéis de usarlo. Se han dado casos de publicidad en el portal basada en usos inmorales de la información que recopilan de todo lo que hacéis, decís o visitáis en internet.
Me quito porque si un día busco trabajo, el posible contratante va a mirar mi página en Facebook y, si bien no va a poder entrar, sí que puede ver quiénes son mis “amigos”, y pasará de incorporarme a su plantilla cuando vea los punks, los freaks, y otras lindezas humanas que tengo como contactos.
En resumen. Me quito de Facebook porque es superficial, frívolo, cotilla… es un Gran Hermano on-line, un medio de control de masas, un recurso para los que tienen discapacidades sociales o para aquellos que son extremadamente sociables y necesitan abarcar mucho y apretar poco. He visto gente con 400 amigos en CaraLibro.
¡Ah! Y también me quito porque estoy HARTO del Lil’ Green Patch, de la Guerra de Pandillas, de “devolver toques” y de escribir en Muros sin obtener respuesta.
En fin, aquí tenéis el enlace de unos chistes que me pasó en su día Absenta y que estaban cachondos: Facebook en el Jueves (buenisimo el que cuenta los mensajes tipo “a ver si nos vemos un día de estos” y dice que si no os véis es por algo, pero terminas poniendo “¡claro! cuando quieras”… o cuando habla de las fotos de “paisajes y cielos” que algunos cuelgan en los álbumes)"
Y no le falta razón, por eso (y por más razones) yo tampoco lo tengo.
¡¡Gracias cabezaBomba, por fín encuentro a alguien que piensa como yo!!
¡¡Estoy contigo tíooo!!
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